Trujillo (elcomercio.com).-Los huelguistas ya no creen en nadie, ni siquiera en Dios. Unos cuarenta afiliados de la Federación Nacional de Trabajadores Administrativos del Sector Educación (Fentase) irrumpieron ayer de manera violenta en la Catedral de Trujillo para solicitar que el párroco de la misma (y quizás el Santísimo Señor) interceda por ellos ante el Ministerio de Educación al cual le exigen el pago de 100 soles de aumento al que se comprometieron en julio del 2007.
Según explicó Beningno Flores Villavicencio, Secretario regional de la Fentase en La Libertad, su medida de fuerza se asumió después de ver que las negociaciones con el Ejecutivo no avanzaban. Sin embargo, pese a que ingresaron de manera violenta, Flores sostuvo que tan solo querían conversar con el párroco y orar.
"No nos pueden echar de la casa de Dios. No la hemos tomado, por favor, tan solo queremos rezar. Estamos hablando de más de 500 trabajadores de la región que vienen siendo perjudicados por la actitud de las máximas autoridades del sector", dijo.
Por su parte, el párroco de la Catedral, Francisco Castro, señaló que veía con sorpresa lo ocurrido y que respetaba el sentir y la preocupación de los huelguistas. Sin embargo, expresó que no le parecía bien que ingresen de esa manera ya que entorpecen la oración de los demás devotos y le faltan el respeto al Señor.
Mientras los manifestantes escuchan la misa oficiada por el sacerdote Ronald Peña, agentes de la Policía llegaron armados para desalojarlos. Rodearon la Iglesia, pero tras escuchar el pedido del clérigo decidieron no intervenir hasta que culmine la ceremonia. Y así fue. Luego de ello, los manifestantes salieron de forma pacífica.
Según explicó Beningno Flores Villavicencio, Secretario regional de la Fentase en La Libertad, su medida de fuerza se asumió después de ver que las negociaciones con el Ejecutivo no avanzaban. Sin embargo, pese a que ingresaron de manera violenta, Flores sostuvo que tan solo querían conversar con el párroco y orar.
"No nos pueden echar de la casa de Dios. No la hemos tomado, por favor, tan solo queremos rezar. Estamos hablando de más de 500 trabajadores de la región que vienen siendo perjudicados por la actitud de las máximas autoridades del sector", dijo.
Por su parte, el párroco de la Catedral, Francisco Castro, señaló que veía con sorpresa lo ocurrido y que respetaba el sentir y la preocupación de los huelguistas. Sin embargo, expresó que no le parecía bien que ingresen de esa manera ya que entorpecen la oración de los demás devotos y le faltan el respeto al Señor.
Mientras los manifestantes escuchan la misa oficiada por el sacerdote Ronald Peña, agentes de la Policía llegaron armados para desalojarlos. Rodearon la Iglesia, pero tras escuchar el pedido del clérigo decidieron no intervenir hasta que culmine la ceremonia. Y así fue. Luego de ello, los manifestantes salieron de forma pacífica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario