lunes, 2 de noviembre de 2009

El Seminario Mayor “San Carlos y San Marcelo” cumple 384 años



Por Juan Andonayre


Trujillo. Este miércoles 4 de Noviembre el Seminario Mayor Arquidiocesano “San Carlos y San Marcelo”, cumple 384 años de fundación y se celebra la fiesta de San Carlos Borromeo, uno de sus patrones tutelares. Las celebraciones se vienen desarrollando desde el día de sábado con un ameno programa digno para aquellos hombres que buscan ser los nuevos pastores de la Iglesia trujillana.
La celebración central tendrá lugar el miércoles 4 de Noviembre con la Santa Misa, presidida por el Pastor de la Grey trujillana, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte OFM., que es el primer responsable de la formación de los seminaristas. La Misa se llevará a cabo en el Santuario del “Señor de la Divina Misericordia” del Seminario Mayor. En el acto litúrgico participarán, además de los obispos -que tienen a sus seminaristas formándose en ésta Alma Mater- a los formadores, docentes y fieles en general que siempre están en contacto con la vida del Seminario y sus necesidades.
Para nuestro guía espiritual, Mons. Cabrejos Vidarte, la dirección y responsabilidad pastoral asumida hace algunos años, ha significado también una especial atención por la formación sacerdotal.
“Estoy convencido de que la vida y el Ministerio del sacerdote, sin perder su identidad y esencia, deben adaptarse a cada época y estar a las alturas de las exigencias de un mundo de cambios y transformaciones profundas, donde los problemas y nuevas interrogantes por los descubrimientos científicos y tecnológicos exigen un excelente nivel de formación sacerdotal” remarca, Mons. Cabrejos Vidarte.
Cabe señalar que el Seminario Mayor San Carlos y San Marcelo alberga a 159 jóvenes valientes, los cuales pertenecen a las Diócesis de Cajamarca, Carabayllo, Caravelí, Huaraz, Chimbote, Ayacucho, Huamachuco, Chulucanas, San Ramón, Tarma y Trujillo, que han decidido seguir a Jesucristo más de cerca, colaborando con el plan de salvación que Él tiene por todos los hombres. Ellos muy contentos y animosos se preparan para ser los futuros pastores del pueblo de Dios que caminan con hambre y sed de la Palabra Divina.

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