viernes, 18 de septiembre de 2009

"Ministros sin vocación para solucionar seguridad ciudadana deben irse"


Por Manuel Rodríguez


Trujillo. “Los ministros que no tiene vocación de articular y coordinar acciones para garantizar la seguridad ciudadana, deben irse”. Así opinó el gerente general de la Asociación de Municipalidades del Perú (AMPE), Pedro Morales Mansilla al comentar el pedido de alcaldes de diferentes distritos de Lima que exigen la renuncia del ministro del Interior, Octavio Salazar Miranda.

Morales Mansilla explicó que resulta imposible realizar acciones en beneficio de la seguridad ciudadana si la persona que las dirige no es permeable a aceptar sugerencias y propuestas para solucionar el problema. Agregó que esto se evidencia en la constante descoordinación que existe entre las autoridades ediles y la Policía Nacional del Perú.

“De nada sirve que las municipalidades tengan patrulleros y personal de Serenazgo, si los agentes de la Policía Nacional del Perú no participan en las acciones para brindar seguridad a la población. Esta es una de las principales responsabilidades del Estado a través del Ministerio del Interior”, puntualizó.

Advirtió que la inseguridad ciudadana es un problema que se ha agudizado en la mayoría de ciudades del país porque la máxima autoridad no coordina las operaciones para contrarrestarla y las instrucciones que da para combatir la delincuencia son imprecisas.

“Es momento de que el gobierno central determine una política real de seguridad ciudadana, no solo represiva, sino preventiva, a fin de que las municipalidades puedan coadyuvar al cumplimiento de esa política”, expresó el gerente general de la AMPE.

“Lo que ocurre es que el gobierno, al no tener una política sobre el tema, traslada todo el peso de la responsabilidad a los gobiernos locales”, dijo finalmente Morales Mansilla, quien lamentó que la población sufra las consecuencias, pese al esfuerzo realizado por las municipalidades para reforzar los sistemas de seguridad y dotarse de personal, camionetas motos, casetas y otros recursos.

1 comentario:

Nuevo Sistema Penal Acusatorio dijo...

Cualquier estudioso de la criminología sabe perfectamente que los referentes tradicionales sobre causas de la criminalidad no son aceptados actualmente como determinantes para explicar la conducta antisocial de las personas que delinquen, el delincuente nato no existe y los psicópatas o aquellos que sufren trastornos de personalidad son las excepciones. Tampoco son los padres los responsables como ingenuamente lo sustenta el actual Ministro del Interior. No existen estudios al respecto en nuestro país, pero la criminología moderna, viene sustentando a nivel mundial, que en términos generales, el delincuente es una persona normal que se ve tentado a cometer un delito porque tiene la oportunidad de hacerlo y porque considera que las posibilidades de que lo descubran son muy remotas. Casos recientes, revelan cada vez con mayor frecuencia, que los denominados delitos menores, son cometidos por personas que no registran antecedentes, tienen domicilio conocido, pero no tienen trabajo y no estudian; y, en el caso del crimen organizado, como el trafico ilícito de drogas y otros, a nadie se le ocurriría pensar que sus integrantes son locos, psicópatas o trastornados.
La política criminal del estado peruano para enfrentar la delincuencia es bien clara, considera que el problema es policial y se resuelve con mano dura, con mas policías y patrulleros para capturar delincuentes y agravando las penas para intimidar a los infractores. Sin embargo, estas políticas en ningún lugar del mundo dan resultados efectivos por si solos y vemos como día a día la percepción de inseguridad es mayor, la criminalidad es mucho más violenta y frecuente; muchos Alcaldes ya se dieron cuenta que el Ministro del Interior Salazar Miranda no es la persona idónea para el cargo. Existen técnicas alternativas de prevención del delito fundamentadas en tácticas situacionales y sociales que buscan convencer a los potenciales infractores que la situación y el entorno no le serán favorables para cometer un delito. Por su lado, también existen tácticas sociales que deberían salir de la orbita publica para influenciar en el conjunto de la política criminal, preocupándose seriamente por el futuro de los jóvenes que no estudian ni trabajan. La seguridad ciudadana, no puede ser utilizada como trampolín político para ganar popularidad, es un fin, donde lo importante no es llegar primero y rápido, sino todos a tiempo. Para eso es necesario que todas las políticas, medidas y técnicas dirigidas a la reducción de los delitos, se encuentren fuera del sistema de justicia penal y se ubiquen en el ámbito que les corresponde. La prevención integral es la mejor estrategia.