lunes, 27 de julio de 2009

Mensaje de Arzobispo de Trujillo por Fiestas Patrias


Trujillo. Estimados hermanos y hermanas, en el aniversario de la Patria, desde nuestra fe en Dios creador queremos reafirmar nuestra esperanza en las capacidades de los peruanos e invocamos la acción de todos para lograr un Perú que crezca en humanidad con la caridad y con la verdad.

2. Hemos pasado por un tiempo de tensiones sociales e incertidumbres, frente a lo cual ratificamos la importancia del diálogo y la inutilidad de la violencia. Como dice el Papa en su reciente Carta Encíclica “Caritas in Veritate”, la crisis nos obliga a revisar nuestro camino y a encontrar nuevas formas de compromiso, a apoyarnos en experiencias positivas y a rechazar las negativas.

3. Tenemos que seguir caminando hacia el desarrollo que debe ser pleno e integral y se hará posible con hombres rectos y con operadores políticos y económicos que sientan en su conciencia la llamada del bien común. Por ello, invitamos a actuar en donde estemos considerando el desarrollo de todos, favoreciendo un modelo mucho más inclusivo para cerrar el camino a las desigualdades aún presentes.

4. Construyamos en nuestra sociedad la mejor equidad posible pensando en el Perú de las personas, en las que son pobres y en las que tienen el castellano como segunda lengua.

5. En nuestro caminar al progreso nunca tenemos que olvidar que el primer capital es el hombre, es decir, la persona en su integridad. Para la Iglesia esta misión es irrenunciable, como es para cada hombre irrenunciable promover su propio progreso y el de los demás. “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5,48)

6. En un Aniversario más de nuestra Patria, desde nuestra Fe en Dios que nos mandó: “Dominad la tierra” (Gen 1, 28), reafirmamos una vez más nuestra gran esperanza en el progreso y en el futuro del Perú.

7. Por ello se requiere también que las opciones económicas, en los cuales el Perú ha entrado exitosamente, no hagan aumentar las desigualdades que son moralmente inaceptables, como hemos dicho, y que se siga buscando como prioridad el acceso al trabajo por parte de todos.

8. La economía por sí misma, puede destruir al hombre, por eso es sumamente importante promover la responsabilidad social de las empresas y la responsabilidad de los seres humanos. En este contexto, la economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento, no de una ética cualquiera, sino de una ética cercana, sensible, a la persona.

9. Pero, nuestra Patria al promover el progreso y el desarrollo tiene también que optar por la vida y la familia. Y así como la ética es importante para la economía, la apertura a la vida que se debe defender siempre, está en el centro del verdadero desarrollo. Nos dice el Papa Benedicto XVI “Ninguna sociedad debe encaminarse hacia la negación y la supresión de la vida porque así no encontrará la energía necesaria para esforzarse en el servicio del verdadero bien del hombre” (n.28).

10. Y unido al amor a la vida está el amor a la familia que se convierte en una necesidad social e incluso económica. Debemos seguir proponiendo a las jóvenes generaciones la hermosura de la familia, el matrimonio y su sintonía con las exigencias más profundas del corazón y de la dignidad de la persona humana. En el Perú la riqueza familiar todavía es muy grande y por eso debemos apostar por nuestras familias.

11. En estas fiestas patrias no puede faltar el saludo a todos nuestros compatriotas fuera del Perú, muchos de ellos emigrantes, que en cuanto personas, poseen derechos fundamentales inalienables y que deben ser respetados por todos y en cualquier situación. A todos ellos nuestra cercanía y oración.

12. Finalmente, con el Santo Padre, queremos reafirmar que no hay desarrollo pleno ni bien común, sin el bien espiritual y moral de las personas consideradas en su totalidad de alma y cuerpo.

13. El desarrollo de nuestro país, también es un desafío para todos los cristianos, porque el desarrollo, la defensa de la vida y de la familia necesita hombres y mujeres de Fe, capaces de levantar los brazos hacia Dios y conscientes de que el amor lleno de verdad no es el resultado de sólo el esfuerzo humano, sino que es un don.

14. Que Dios y la Santísima Virgen María nos concedan la fuerza, la esperanza y la alegría para empeñarnos en el desarrollo y el progreso de todo peruano y de todos los peruanos.

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